Tipos de calefactores eléctricos

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La elección y compra de un calefactor doméstico de calidad debe tomarse en serio. Si no busca una solución instantánea que infle sus facturas de electricidad, sino una opción energéticamente eficiente que sirva de forma fiable como fuente adicional de calor en la casa en invierno, será mejor que se lo piense de antemano.

Quizá la solución más cómoda y obvia a la hora de elegir un dispositivo adicional para el calor en el salón o la oficina sea un modelo eléctrico. No necesita ningún cambio constructivo: basta con una fuente de alimentación. Pero, ¿qué modelo eléctrico elegir entre las muchas variedades? Vea una guía práctica sobre los tipos de calefactores eléctricos y téngalos en cuenta.

¿Qué variantes de calefactores eléctricos existen?

Los electrodomésticos para la calefacción se dividen en diferentes tipos de calefactores para el hogar según diversos criterios: tecnología de calefacción, modo de instalación, finalidad de uso. Veamos todas las posibles opciones de calefacción eléctrica para el hogar según sus características:

  • Tecnología de calefacción

La clasificación más común se divide en tipos según los métodos y tecnologías de propagación del calor:

Calentamiento por aire: todos los modelos de calentadores de ventilador se pueden atribuir a tales dispositivos.

Convección: este tipo de transmisión se utiliza en radiadores de aceite y convección.

Radiación IR: esta tecnología de calentamiento es típica de los modelos de infrarrojos, que pueden fabricarse en forma de lámparas o paneles ultrafinos.

Combinación de convección y radiación IR: las nuevas generaciones de aparatos de calefacción emplean este método de transmisión de calor, que consiste en calentar las cosas de la habitación mediante radiación, que luego emite calor al aire, que transporta el calor de forma natural.

  • Métodos de instalación

Todos los tipos de calefactores, independientemente del método de calefacción, pueden tener diferentes métodos de instalación y ser de suelo, pared, mesa y techo. Entre ellos, se pueden encontrar modelos portátiles fáciles de mover o fijos de forma permanente.

  • Particularidades de uso

El lugar donde se va a utilizar el aparato es muy importante: su finalidad y su zona. Un modelo de infrarrojos con calor direccional o un calefactor de ventilador es adecuado para espacios abiertos en oficinas, como calefacción eléctrica adicional para una casa o un apartamento urbano con sistema de calefacción central – un modelo de panel de infrarrojos de cristal o cerámica, y para una casa de campo puede ser necesaria una mezcla de varias unidades a la vez.

Diferentes tipos de modelos eléctricos
según la tecnología de calefacción

La característica más significativa en la que difieren los tipos de calentadores es la tecnología de calentamiento. Hablemos de ello con más detalle.

Termoventilador
Un calefactor de ventilador es el tipo de aparato de calefacción más sencillo y barato. El modelo combina esencialmente un elemento calefactor y un ventilador colocados en una carcasa de plástico o metal. El ventilador produce una corriente de aire que, al pasar por los componentes calefactores, se calienta y se distribuye uniformemente por todo el espacio. Se trata de un aparato ligero y compacto que distribuye rápidamente aire caliente por toda la habitación. Pero la potencia de este modelo puede no ser suficiente para calentar una habitación grande, es mejor utilizarlo como complemento de otro calefactor o si necesita calentar un espacio pequeño. Este aparato quema aire y su funcionamiento puede ir acompañado de un desagradable olor a quemado. Esto ocurre cuando el polvo doméstico entra en contacto con un elemento calefactor que no está cerrado de ninguna manera.

Los aerotermos se dividen en dos grandes grupos según el tipo de elemento calefactor eléctrico, puede ser una espiral o placas de cerámica. Los aerotermos cerámicos son más cómodos y seguros, se distinguen por una temperatura relativamente baja del elemento de trabajo, lo que evita una “combustión” demasiado activa del oxígeno y aumenta su vida útil.

Calentador de aceite
Un calentador de aceite en apariencia y principio de funcionamiento es similar a una batería de calefacción central, sólo que en su interior no hay agua, sino aceite y un elemento eléctrico que lo calienta. El aceite calienta la carcasa del radiador y, a continuación, el aire circundante. No hay ningún elemento calefactor expuesto en el radiador, por lo que no pasará nada malo si le cae encima un periódico o una manta. El radiador de aceite no quema oxígeno, por lo que puede utilizarse durante mucho tiempo en una habitación donde haya gente. Los radiadores de aceite avanzados están equipados con termostatos que permiten ajustar la intensidad de la calefacción y evitar el sobrecalentamiento del aparato, algunos modelos tienen temporizadores programables, indicadores LCD. Hay que tener en cuenta que un radiador de aceite no es el aparato más móvil, y puede resultar complicado trasladarlo de una habitación a otra o guardarlo para el verano.

Radiadores de convección
Su funcionamiento se basa en el principio de convección, y el calor se dispersa como resultado del movimiento de la masa de aire. El cuerpo del convector está hecho para que el aire frío entre por sus orificios inferiores, entre en contacto con el elemento calefactor y luego se caliente antes de salir por los orificios superiores. El espacio se calienta rápida y uniformemente porque el aire caliente se mueve de forma dirigida. Calentar la habitación con la ayuda de un convector sólo lleva unos minutos, y utilizando el termostato incorporado en el convector, puede seleccionar con precisión el nivel de temperatura deseado, que se mantendrá constantemente, durante todo el tiempo que el convector esté en funcionamiento. Por regla general, un convector eléctrico es un modelo bastante ligero montado en la pared, se diferencia de un calentador de aceite tradicional en una forma que encaja más en el interior, y unas dimensiones no demasiado masivas. Se puede instalar tanto en el suelo como en cualquier superficie vertical de la habitación: el marco de montaje se cuelga con tornillos, y el convector se coloca sobre él.

Calefactores de infrarrojos
En un modelo clásico de infrarrojos, se utilizan lámparas especiales como elemento calefactor, que queman en un espectro inobservable desde los ojos humanos y emiten una gran cantidad de calor. Los modelos de infrarrojos suelen requerir una instalación profesional, normalmente fijados a paredes o techos. Si se instalan correctamente, pueden ahorrar hasta un 70% de electricidad (y, por tanto, dinero en la factura de la luz) en comparación con otros tipos de calefactores domésticos.

Un calefactor de infrarrojos no calienta realmente el espacio circundante, sino las cosas a las que se dirige. Irradia energía térmica (como el sol), que es absorbida por las superficies circundantes (suelo, paredes, muebles, etc.). La radiación térmica, como la luz ordinaria, no es absorbida por el aire, por lo que toda la energía del modelo infrarrojo llega sin pérdida a las superficies calentadas y a las personas. Al mismo tiempo, la temperatura media en la habitación puede ser incluso 2-3 grados por debajo de la óptima, pero debido a la absorción directa de energía del modelo de infrarrojos, una persona en la zona de acción del calentador se sentirá cómoda.

Los modelos modernos se crean a menudo en forma de paneles infrarrojos de cerámica o vidrio templado, lo que los hace los más adecuados para interiores residenciales.

Calefactores micatérmicos
Se trata de un dispositivo de calefacción de última generación. Funciona a base de una mezcla de ondas infrarrojas (80%) y convección (hasta 20%). El calentamiento primario se consigue mediante la exposición a los rayos infrarrojos, que calientan las superficies de alrededor, incluidas las paredes.

La principal ventaja de los modelos micatérmicos es la baja temperatura de calentamiento del cuerpo. Gracias a ello, las familias con niños pequeños pueden utilizar el aparato sin temer por su seguridad.

El aparato consta de una placa con una cubierta de mica, en cuyo interior hay un elemento calefactor. La mica es un material natural con propiedades características gracias a las cuales el mineral se utiliza como material aislante térmico y eléctrico de primera clase. La mica se utiliza a menudo en muchos aparatos eléctricos como aislante eléctrico.

En un modelo micatérmico, la mica cubre completamente el panel. Gracias a ello, la temperatura del cuerpo del equipo de calefacción no se sobrecalienta, e incluso si se toca accidentalmente un dispositivo en funcionamiento, es casi imposible sufrir una quemadura o una descarga eléctrica.

Solución ganadora del premio Red Dot
para su elección óptima

¿Cuál es el mejor tipo de calefactor eléctrico? Preste atención a las valoraciones del jurado, las reseñas y los premios de tecnología de calefacción recibidos en la última temporada para elegir el modelo más moderno.

Puede familiarizarse con el avanzado y supereconómico calefactor AENO Premium Eco Smart, que ha ganado dos veces el Punto Rojo al diseño de producto. Combina tecnología de calefacción por infrarrojos y convección con control remoto y seguimiento de la energía a través de una app móvil. Funciona sin ruido ni polvo, absolutamente seguro para las personas alérgicas. El dispositivo está equipado con sensores de caída y sobrecalentamiento y se apaga en caso de incidente. ¡Consigue una calefacción cómoda y suave en casa y ahorra en tus facturas de electricidad!

Es importante recordar que cada tipo tiene su propio volumen de habitación recomendado para una calefacción completa, así como un consumo eléctrico típico en función de la potencia. Cuanto mayor sea la potencia, mayor será la superficie de la habitación que podrá calentar un modelo determinado.

Los radiadores de convección suelen tener un consumo de 750 W, 1.000 W, 1.500 W, 2.000 W y quizá más, porque calentar el aire requiere mucha energía. En el caso de los aerotermos, el consumo es de 1500-2000 W por hora, también son poco eficientes. En el caso del aceite, los límites de consumo de energía son también de 1000 a 2000 W por hora, pero a pesar de que el aceite se calienta lentamente, liberan calor lentamente, lo que tiene un efecto positivo en el nivel de eficiencia. La mayor eficiencia la tienen los modelos de infrarrojos, porque no pierden calor calentando el aire vacío, sino directamente los objetos, por lo que su consumo de energía no supera los 500 W por hora.

¡Advertencia! Se trata sólo de información aproximada y es necesario aclarar la potencia de cada modelo, diferentes modelos del mismo tipo de calefacción pueden tener diferente consumo de energía.

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